Dios es personal.

Dios es personal. Cómo nos relacionamos con nuestro Dios. ¿Cómo relacionamos con una persona?

Dios es como una persona. El es personal. Si, El es verdad y es Espíritu, pero no significa que debemos tratarlo menos que a una persona. Somos creados en su imagen (Génesis 1:26).

• ¿Cómo es la imagen de Dios? 

• ¿Cómo es la imagen de Dios en nosotros? 

Entonces, debemos aplicar este conocimiento a la vida cotidiana y a la práctica diaria. 

• ¿En qué manera debemos orar o hablar con un Dios personal? ¿Qué aprende sobre esto en  Mateo 6:5 a 8?

            Mateo 6:5-8  (NVI) »Cuando oren, no sean como los *hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa. 6 Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. 7 Y al orar, no hablen sólo por hablar como hacen los *gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. 8 No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan.

Hay momentos donde derramamos nuestros corazones ante nuestro Dios. Nuestras oraciones deben ser hecho con un motivo puro para glorificar a Dios y no para manipularlo. ¿Quiénes de nosotros nos gusta ser manipulado? Ninguno. Dios es personal. El nos oye cuando oramos según su voluntad (1 Juan 5:14-15) El no es un amuleto. El es un Dios personal. 

Hay ejemplos en la Biblia de personas que hablaron con Dios.  Ana oraba con voz bajo. En Lucas 18:35-43, un ciego gritó "¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!"
 

Sin embargo, ellos rogaron a Dios con mucha sinceridad, pidiendo por misericordia. Ellos no demandaron a Dios para bendecirlos. Pidieron por las bendiciones. Pablo también, solo pidió a Dios tres veces. Al final él recibió más gracia de Dios para aguantar el aguijón. Otro relato para estudiar profundamente es la competencia entre el profeta Elías y los profetas de Baal en 1 Reyes 18.

26 Los profetas de Baal tomaron el buey que les dieron y lo prepararon, e invocaron el nombre de su dios desde la mañana hasta el mediodía. —¡Baal, respóndenos!--gritaban, mientras daban brincos alrededor del altar que habían hecho.  Pero no se escuchó nada, pues nadie respondió. 27 Al mediodía Elías comenzó a burlarse de ellos:

         —¡Griten más fuerte!—les decía—. Seguro que es un dios, pero tal vez esté meditando, o esté ocupado o de viaje. ¡A lo mejor se ha quedado dormido y hay que despertarlo!

28 Comenzaron entonces a gritar más fuerte y, como era su costumbre, se cortaron con cuchillos y dagas hasta quedar bañados en sangre. 29 Pasó el mediodía, y siguieron con su espantosa algarabía hasta la hora del sacrificio vespertino. Pero no se escuchó nada, pues nadie respondió ni prestó atención.

Se fijan que los 400 profetas de Baal gritaban fuertes, danzaban, y mutilaron sus cuerpos. Elías se burlo de ellos. Luego él sólo oró así: 

«Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que todos sepan hoy que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo y he hecho todo esto en obediencia a tu palabra. 37 ¡Respóndeme, Señor, respóndeme, para que esta gente reconozca que tú, Señor, eres Dios, y que estás convirtiendo a ti su corazón!»

¿Cómo respondió nuestro Dios?

             38 En ese momento cayó el fuego del Señor y quemó el holocausto, la leña, las piedras y el suelo, y hasta lamió el agua de la zanja.

Si queremos las respuestas de Dios, debemos recordar que nuestro Dios es personal. El es el Dios de Elías, Ana, y de nosotros.  El es santo, es amor, es todopoderoso, sabe todo, y es omnipresente. Dios es más de una persona. El es Dios, pero somos creados en su imagen. Por eso, nuestros corazones llama a Dios, "Padre Nuestro" y “Abba Padre”

¿Cómo tratamos a nuestro Padre celestial? Con cariño, respecto, honor, y amor?